Diario de Adán (Fragmento 9)

 -¿Y? -le pregunté a Lucio.

- Eh -me dijo- ¿Y qué?

-¿No me vas a presentar?

- Ah estabas allí, ven, ven -llamó a la joven a su lado tomó su brazo y continuó- este es Adán, Adán esta es…-se turbó- ¡No, no! esto no está bien, es mejor que te vayas -y la escena fue como si Lucio estuviera echando a la joven.

-¡Hombre! ¿Qué te pasa?

- Nada, nada, es sin importancia ¿Para qué quieres saber su nombre?

-Lucio, por favor deja que hable con él -por primera ves habló con una voz fuerte y decidida.

-No, no, es hora que te vayas -y la dejó en la calle, cerrando tras de ellos dos la puerta, pasaron unos segundo los cuales aproveché para sentarme en el sofá y mirar la abultada colección de libros que mi amigo poseía. Lucio volvió con la cara roja, me percaté que ella lo besó pues tenía en sus labios un poco de saliva, sin embargo no dije nada, es la mejor forma de divertirse, guardando un poco de conocimiento sobre la posible apariencia.

-¿Y la misoginia? -lo arremetí mientras cerraba la puerta y se sentaba justo enfrente de mi.

-Nunca dije que era misógino.

-Pero lo demostrabas, además ¿Por qué no querías presentármela? parecía una buena niña, hace mucho tiempo que no te conozco una mujer desde que anduviste un tiempo con esa, ¿Cómo se llamaba?

-Ginebre, y no me gusta hablar de eso, ya sabes que ni tu puedes meterte en esos asuntos.

- ¿Y quién en este mundo podría meterse en los asuntos de Lucio?- Ironicé.

-Cambiemos de tema mejor, porque si sigues intentando socavarme cosas encontrarás cosas tuyas de por medio- y se rio con esa maniaca soltura que los franceses siempre tuvieron, al menos a mi parecer.

-Tenemos que terminar el periódico literario para esta semana, pero faltan unos tres textos, en la imprenta me dijeron que teníamos que llevarlos antes del viernes, para que tuvieran lista la impresión en una o dos semanas más nos avisarán por correo.

- Serían dos textos, la niña que se fue recién me dará un texto mecanografiado, es una buena escritora, cultiva el dirty y abunda mucho en el, ya sabes, la pasión juvenil por Fante, Bukowski, son buenos no lo niego, pero además deben leer con cautela, esos jóvenes creen leer a Kerouac como si la superficie fuera lo más importante, no sé, como las  relaciones de Neal y Ginsberg, como seguramente lo hacen con Rimbaud y Verlaine, parece que la importancia de esta época es saber más de la vida del autor que de la obra misma, pero ella es distinta, los lee, los critica y ha hecho maravillas en algunos textos.

- ¿Aún así no me dirás su nombre? Igualmente lo sabré cuando publique.

- Seudónimo.

-¡Maldita seas! Igual lo sabré tengo mis recursos.

-A veces eres tan infantil, pero se compensa con tu calidad poética y tus locuras de por medio -dijo como profundizando Lucio.

Pensé un momento y le respondí:

- ¿Qué acaso no te gusta Artaud? Ahí tienes el pago por leerlo -le dije destornillándome de la risa, y él pescaba el libro que había dejado en la mesilla de centro.

- La locura raya con la genialidad dicen, espérame voy a buscar…-se levantó hacia la pequeña biblioteca que tenia detrás de él y que yo observaba a mis anchas desde mi posición, habían libros de todos los tamaños, viejos, nuevos, remedados, Lucio siempre fue un fanático de los libros, bibliófilo para ser exacto y su pasión llegaba a tal punto que muchas veces gastaba el dinero (que le otorgaba su padre, pues Lucio sólo estudiaba, no en universidades, si no autodidacta y era un vagabundo más de la literatura como todos los escritores dedicados en mente, alma, cuerpo entregado a las letras) de su alimentación en libros, yo por mi parte sólo tengo un par de volúmenes necesario, pecando de vanidad tengo algunos libros viejos que serán más viejos por el exceso de golpes y hematomas de vino como diría el propio Lucio. Debajo de unos libros él sacó una hoja de cuaderno mecanografiada con la misma máquina con la cual estaba haciendo su experimental novela, era un poema que me dijo había compuesto hace dos noches cuando conoció a la niña cuyo nombre no pensaba revelarme nunca, era un texto breve pero de una profundidad enorme, él siempre poéticamente gustaba de sintetizar los conceptos para una mayor atracción, además algunas veces jugaba con las formas, la fonética y el propio sentido, desbordaba algunas veces como un torrente de ideas paradójicas: “No he contado con los sonidos/ el aleteo de los ojos oscuros de la crin y sus pájaros/ no he lanzado mis miradas hacia la ventana/ y allí estabas esperando el alba/ visitas de Saba y sus lascivos consortes/te miro sobre el templo, gélida, destrozada y huyendo de mi/ yo te persigo porque escapo de ti” El texto continuaba pero el terminó allí.

-Sigues en el camino de las mezclas, ya eres un buen poeta, pero siempre he considerado que haces cosas pequeñas, deberías lanzarte hacia una obra más grande, sería una delicia genial.

-Estoy haciendo una novela -trató de reponerse, pues la lectura de un poema debe ser agotadora y así es siempre para él.

-Me refiero a la poesía, mira el Endimión de Keats, es una obra genial que a la crítica ha desdeñado pero se sabe subterráneamente que es genial, la extensión es cada vez un problema, todos los poetas del mundo terminarán escribiendo un solo verso y eso será todo, se aplica el principio de economía de palabras a la literatura ¡Economía! ¿Entiendes? Todo el sistema se adentra en el arte, estamos acabados, acabados debemos surgir desde allí somos como Orfeo en el Infierno, ahora es tiempo de subir tocando la lira, subir, subir, subir.

- Si lo sé, pero a veces lo más nimio es un proceso interesante, la brevedad es también una forma de acotar algo de una manera que el lector no se hastíe…

-Entiendo, aún así ambos casos son indispensables, pero si te das cuenta no se les puede dar todo al lector, ellos también deben participar en la creación del poema, obra, lo que sea, sabes perfectamente que el lector nunca lee lo que uno quiere pero debemos buscar la forma de impresionarlo y someterlo y que el someta al poema a su crítica.

-Es por eso que utilizo este sistema de símbolo-realidad desconfigurada, me permite impresionarlo y contenerlo en lo que quiero, la sinestesia, la metáfora anti-metafórica.

-¿Cómo es eso de anti-metafórica?

- Espera-me retuvo en la reflexión, se levantó y buscó una hoja y me leyó lo siguiente:

“Las rojas alas del cuervo” ¿Ves?

- ¡Ah! Pero eso es como simbolismo

-Pero, los cuervos con negros, no rojos, desconfigura tu idea mental.

-si, si tienes razón, aún así es un buen verso, eso de la sangre en sus alas.

-Nunca dijo el verso que era sangre, ni vino, caíste en una trampa que hice para el que leyera y tu caes y te sometes a lo que quiero que pienses, ¿no ves? Eso rompe, destruye, como el martillo elevándose y cayendo sobre lo que crees que es real. El cuervo es un símbolo de muerte, pero aquí hay otro ingrediente más que es la desconfiguración de la realidad y su relación con la realidad, esos academicistas de las universidades pensarán en encasillar la poesía pero sus significados múltiples y el poder de la literatura no pueden ser violentados en un ensayo, esa forma horrible de destruir textos y de querer que una noción del texto se imponga ante las variables de miles de otros, ¡Ahora todos piensan que el mar en Machado es la plenitud! Puede que sea acertado, pero está allí la obra entera es una construcción si empiezas a identificar los materiales se descompone en mierda y amasijo maloliente.

-Parece que te emocionaste, comparto contigo tus ideas, pero ya sabes yo también tengo las mías -le dije riendo entre dientes de su euforia que la relacionaba en cierto aspecto a la locura que seguramente terminaría con él, como Nietzsche, como Nerval, Hölderlin, etc.

-Lo interesante es que nuestros caminos van por distintas sendas pero quieren llegar a lo mismo, los academicista lo hacen por poder, gloria, ¿Qué se yo? en cambio nosotros y otros, seguramente, intentan llevar todo a su vida, como el movimiento David, es decir, hay que experimentar, experimentar y experimentar, cantar, contar la experiencia a los otros y que todos logremos esa iluminación, incluso pienso que los poetas son ínfimos iluminados que han visto la gloria de Dios y que han caído en la locura. -me dijo Lucio ya casi sudando y se notaba que estaba un poco cansado con la conversación, decidí entonces darle un respiro y dejarme llevar por mis propios pensamientos.

- ¿A Dios? No lo sé, siempre me pareció que lo que hacia la poesía era como llegar al develamiento del ser, o el develamiento de la función de la mujer, no calma, calma- le supliqué para que me dejara continuar- recuerdas que Huidobro decía que el mundo estaba poblado por sus ojos, es decir la sensibilidad, por ejemplo veo cada día un árbol al salir y se mantiene allí pero es totalmente perfecto, tiene todo lo que necesita par mantenerse en su estado actual, no quiero decir existencia porque le daría a la muerte la función del fin de la vida y eso si que no lo sé, entonces esta realidad es configurada por la belleza, una belleza difícil -diría Keats- y sí, es verdad, la realidad es difícil, piensa en todo este solipsismo de la actual sociedad, la poesía sería ver esta realidad como es, siempre me he preguntado por ejemplo, a ver… ¡En la lógica! El principio de Identidad, ¿Cómo se yo que ese libro no es el otro? ¿Por qué estén en espacios distintos? eso no me dice nada, ¿Ves? podría darse que fuera el mismo así como el caso de que no fuera, el problema está en que damos por aceptada una lógica para el ser humano (patología antropológica me gustaría llamarla), creemos en la ciencia y sus estudiosos, en los academicistas, pero en realidad ni ellos, ni nosotros podemos saber algo a ciencia cierta. ¿Cómo se yo que no soy lo que supuestamente no soy? ¿Intuición? Pienso claramente que vivimos en un estado de total individualidad, esto es esto, esto es esto otro, aquello no es, eso si es, ¿Me entiendes? Hegel lo expuso bien, pero falta aún la totalidad el principio lógico que todo es todo, y que no sabemos nada de nada, ¡Mierda no puedo explicarlo Lucio! Pero es fácil si un día te colocas frente a un árbol y piensas : “Siento este árbol, él me siente a mi, todos vivimos en la mente de otro” y volviendo sobre la poesía si todo es una totalidad en otro plano que posee otra lógica, como el canto de un mirlo, allí es donde el escritor ejerce su obra, está reconfigurando está realidad, desnudando a la mujer que puebla este mundo, si bien utilizamos las palabras de esta realidad, y mientras leemos no leemos esta realidad, piensa en lo absurdo del realismo, violamos esto, lo eyaculamos, despreciamos a los que creen ser poseedores de un sustento, ¡Adiós Dios, Adiós moral, adiós academicistas horribles, Adiós luz que viola la oscuridad!

- Exacto, ¡te das cuenta! El caos es accesible a través del acto poético -respondió excitado mi joven amigo con los ojos satisfechos.

-No sé si caos es como un orden fuera de este orden, el problema que sigue es cual es la función del escritor en la sociedad, debe estar aquí o se aparta y deja este mundo ¿de que sirve?

- Lo que pasa es que tu ves la utilidad para los otros, siempre a favor de los otros, hay cosas mas sublimes que la vida, o el amor, y tomas ese valor como máximo, ¡hay que llegar a los límites!

-Hasta allá no puedo seguirte, estoy demasiado apegado a mi realidad.

-Maya -dijo entre dientes interrumpiéndome con una sonrisa demencial de pómulo a pómulo.




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