Profeso

Nos taparon la boca, ojos, oídos, ano y espiritu

ateridos al horror de coronas y cielos matutinos

dispersos en la arteria desta sangre espumante,

hilando silencios al pavimento y niños perdidos,

en una selección natural silente y horrorosa, sociedad a sociedad,

poco a poco una rosa, una rosa, una rosa, paz contra la paz, 

y los niños perdieron los zapatos en los árboles,

siendo sombras que ilusionan sociedades ancestrales,

en la propuesta indecente del martirio: 

Bondad contra bondad.

Maldad contra maldad.

Arriba de los tejados cae este polen

sobre noches sin sentido volcadas en ti, 

arriba o abajo considerando todo es igual.

Una cuerda o una escalera, una roca es igual, igual, igual,

en la mano de un niño AMERICANO, perdido, perdido,

que emite ya el humo de los últimos incendios

en el éxtasis armónico de esta única extinción,

diciendo: "En boca cerrada no entran moscas"

Asi enfrentan humo y perdigones que lo llevan a llorar y sangrar...

y poco a poco bajan los ángeles a estas piezas deshabitadas

donde la conformidad da boca a las bestias amenazadas,

al ocaso único de computadoras y desvaríos de falsa inteligencia.

Las nuevas directrices del ámbito hacia orígenes silenciados

espasmos de un segundo, a un sueño activado,

aires eternos movidos por tus labios.

Tú y yo estamos y no estamos.