Jesuschristi Vagina (del libro: lengua de fuego)
De un cuadro de Michael Hussar
Al abrir las piernas el crepitar del fuego suena en las ondulantes lenguas sabe del instante eterno en el líquido de las
barbillas desvaneciéndose en
lo secreto del silbido de pájaros en cada una de las pesadillas reservándose así el pacto de la boca contra la boca
en el océano de
sábanas
“esto es mío, lo usaré de prenda” “labios de enaguas en todas las aguas de carne” Hay otro llanto que
muerde las mejillas y el oro por la luz del sol guarda el polvo en la estatua en cual el toro era de hierro adornado con
hierbas.Ya ves:
Si hay algo en tus pasos
La lluvia nos arrastra con sus pies a nuestros pies
Celebrando así mis tres días en el sepulcro
Mirando los calzones de María Magdalena
Por más follé a Pedro sin que él recordara
entonces la vi en la noche de un día lunes
Amando amándose
Con la cereza partida y degollada
Mientras tanto me dispuse en el huerto y dormí tres veces, tres horas con la Gorgona Abrazando las nalgas y pechos de la victoria del sacrificio había letreros de neón ajustando sus pezones y al verme Juan salió despavorido, detrás de él, Tomás....... Dios bajó por un fellatio con la lengua viperina de aquel traidor en cuarenta lunas llenas el mismo tiempo en que nos vemos ahorcados
Por derecha o izquierda
Volví a follar con la doncella de la luna y el hacha, Magdalena, decía MAGDA, acuéstate al lado de tu hombre, de tu hijo,
Me azotaron y me gustaba usaban cueros y dientes, mordían tan fuerte como podían los cocodrilos, muerte muerte muerte muerte muerte muerte muerte muerte
Aclamaba Iscariote por mí, el conejo corría tan rápido como el tiempo y la niña se agitaba las polleras, MAGDA O Maga la sangre se derretía por mi Supe siempre que sería un humano
Que la Iglesia sería mi linda casa
Con el jardín y la cruces
Y el lamento de los ojos
Y la seda de los vírgenes
Y con ella que no habla en su primera clase
Recuerdo que me gustan los pequeños
Y quiero cercarlos con la bandera
Entonces enrollaron sus cuerpos
Organicé versos circulares
Cantamos alabanzas.
Leía bajo la luz la vela mi libro y yo la observaba un bebé, un bebé poseído por el diablo COMO AL MOVER LAS HOJAS que gritaban en la cabeza todo era silencio entre sus pechos, aquí los dos enrollaban la seda en labios que se rasgan.
“En este templo” decía “¿Será ya el último beso?”
A quien yo besé ese es. No se es.
Y mi voz quedó muda en la música
Porque los siglos son la gran orquesta
Y se cuelga de un árbol quebrado por la mano eléctrica
Al reptar confundido hacia la puerta del circo
Todo parecía divertido
Una virgen invertida adornaba la caverna
El barman parecía asustado
Y demoraba en su quehacer
Mientras las hadas bailaban
En sus charquitos de mierda
Un solo vaso en la madera
Para beber arenas doradas en que flores duermen
La siesta de la nariz en las líneas blancas de la carretera que resuena en los ecos de la terrible campana de voz grave
Antes que brillara el último estoque de la noche.
Allí sentada con su pelo ambiguo
Creyendo de su victoria en mi cuerpo
danza el cabello de las luciérnagas.
Celebrando así mis tres días en el sepulcro
Mirando los calzones de María Magdalena
Por más follé a Pedro sin que él recordara
entonces la vi en la noche de un día lunes
Amando amándose
Con la cereza partida y degollada
Mientras tanto me dispuse en el huerto y dormí tres veces, tres horas con la Gorgona Abrazando las nalgas y pechos de la victoria del sacrificio había letreros de neón ajustando sus pezones y al verme Juan salió despavorido, detrás de él, Tomás....... Dios bajó por un fellatio con la lengua viperina de aquel traidor en cuarenta lunas llenas el mismo tiempo en que nos vemos ahorcados
Por derecha o izquierda
Volví a follar con la doncella de la luna y el hacha, Magdalena, decía MAGDA, acuéstate al lado de tu hombre, de tu hijo,
Me azotaron y me gustaba usaban cueros y dientes, mordían tan fuerte como podían los cocodrilos, muerte muerte muerte muerte muerte muerte muerte muerte
Aclamaba Iscariote por mí, el conejo corría tan rápido como el tiempo y la niña se agitaba las polleras, MAGDA O Maga la sangre se derretía por mi Supe siempre que sería un humano
Que la Iglesia sería mi linda casa
Con el jardín y la cruces
Y el lamento de los ojos
Y la seda de los vírgenes
Y con ella que no habla en su primera clase
Recuerdo que me gustan los pequeños
Y quiero cercarlos con la bandera
Entonces enrollaron sus cuerpos
Organicé versos circulares
Cantamos alabanzas.
Leía bajo la luz la vela mi libro y yo la observaba un bebé, un bebé poseído por el diablo COMO AL MOVER LAS HOJAS que gritaban en la cabeza todo era silencio entre sus pechos, aquí los dos enrollaban la seda en labios que se rasgan.
“En este templo” decía “¿Será ya el último beso?”
A quien yo besé ese es. No se es.
Y mi voz quedó muda en la música
Porque los siglos son la gran orquesta
Y se cuelga de un árbol quebrado por la mano eléctrica
Al reptar confundido hacia la puerta del circo
Todo parecía divertido
Una virgen invertida adornaba la caverna
El barman parecía asustado
Y demoraba en su quehacer
Mientras las hadas bailaban
En sus charquitos de mierda
Un solo vaso en la madera
Para beber arenas doradas en que flores duermen
La siesta de la nariz en las líneas blancas de la carretera que resuena en los ecos de la terrible campana de voz grave
Antes que brillara el último estoque de la noche.
Allí sentada con su pelo ambiguo
Creyendo de su victoria en mi cuerpo
danza el cabello de las luciérnagas.
(del libro: lengua de fuego)
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