Consumo (del libro: Lengua de fuego)

 
(Duerme en la barra)

Pasan esas cosas, siempre pasan
Dan vueltas y consumen las luces
Con la determinación de hacer de esto algo oculto
por la culpa del castigo que nos imponen
Así causa miedo, así pasan esas cosas, siempre pasan
Gritando, enfermas, en hechos diversos, insignificantes.
Algunos brillaban en las noches más ocultas de la culpa
blandiendo el látigo de cigarrillos en el frío,
o en las tardes sentados cerca de una mujer desnuda
equivocados en los horarios
con minutos diferentes para cada uno;
Podría hablar de tu lengua y la mía durante vidas
o muertes precisas para ser exacto con la balanza
de ascendentes formas en la flauta que está y se escucha como esas cosas
que pasan, siempre pasan, nunca pasan, van pasando,
desciende sus tramas en giros horizontales
de manos distintas que en la pared escribía:
“Dormitaba con los párpados del sol”
Y emerges de todo océano, te abres, te agrietas, te enfermas
Y cambias
Y tienes eso fragmentado
Y es la luz de la unidad
unos segundos para respirar
Y escuchar desde bajo:
“la semilla colecciona,
Asesina niñas para beber,
Las monedas sin la sombra de la voluta en el vidrio
Perdidas en las falsedades de cirios con sus gotas y pétalos
dibujando delfines, gatos, perros, soles enfermos,
crueldad de viajeros, eyaculaciones forzadas,
y otra vez más pasan las cosas
deteniéndose para siempre en la serpiente y su anillo
de ascendentes formas en la flauta que está y escucha
que pasan, siempre pasan, nunca pasan, van pasando.”

(del libro: Lengua de fuego)