Recuerdos de Silencio


Busco el silencio con avidez, mucho antes de su propia existencia, allí cuando se interrumpe la magia del sonido, las cosas relucen por las vías de los otros sentidos, al fondo del huerto de mi infancia colecciono mil y un especies de plantas, juego al herbolario (Qué gran palabra es esa) Colecciono mil vegetales de la memoria hundido al máximo en la mudez. Mullido estoicismo o un placer intelectual, perdón, el aburrimiento placentero provoca en mi un serio ensimismamiento; reflexiono en la tarde la mayoría de las cosas: de donde sacar dinero para pagar prostitutas o temas de índole existencial como: “disfrutar o no disfrutar el cagar en un baño ajeno”  (todo es sumamente importante) Y no es que el sueño me abrume o que la locura haya tocado mi puerta, sólo me sumerjo para protegerme del mundo y su patológico modo de verse. Para mi existen tres modos de ver: por los ojos, por la mente y por la cerradura ¡y he aquí orgullosos hombres vuestro pie atrasado frente a la feminidad! Puedo no omitir juicios, omitirlos o por la sensibilidad sentir, sentir que penetran en nosotros, para eso es necesario lubricarnos en todo tres veces: “me he sumergido tres veces en las aguas del Cocito”  ¡Y cuanto asco siento al sentir cólera contra lo nimio de los academicistas! Esas serpientes sin piel que se acercan a beber del caudal sin pagar el costo, hablan y vomitan la perorata sobre los cuerpos debilitados de los estudiantes cuyos rostros se quedan grabados en el agua con un gesto de dolor indescriptible. El maestro impecable, vendido al poder imperante con resentimientos más hacia si que hacia el mundo, habla… ¡Oh Pirrón, si, habla! Auque no creas.
-El ensayo debe ser una construcción, un intento, con una secuencia de argumentos abiertos que tenga plurivalencia y aún más una figurabilidad de la lengua; puede poseer interpelación hacia otros o ser un diálogo. Todo esto llega a hacer surgir nuevas ideas…

Pienso en la vanalidad, en lo falso de la sensibilidad de Montaigne, pero eso es vano, el problema está en preocuparse de aquello, en pensar: “El ensayo es monstruoso, es intrincado y puedo realizarlo, sin embargo, ¿Terminaré realizando la labor de arcaicos profesores?” la náusea es inevitable ¿Cómo no desmayarse al ver la seguridad de los profesores de lógica? Aquellos de lógica que fueron devorados y sus cadáveres enredados entre mil signos intentan hacer poesía. Poesía, que lejana es y que cerca están los que dicen tenerla… ¿Cómo lo sabrán?...no lo entiendo…. es una niña caprichosa que no desea tomar té en la tarde, no viene, muestra sus piernas, su busto, pero no se siente; la métrica vuela, que quiebra y ella desprecia los ofrecimientos, ¡No sensiblería! Barata parafernalia del día y el desgarro nocturno: “escucha en las noches como se rasga la seda / y cae sin ruido la taza de té al suelo/ como una magia / tú que sólo palabras tienes para los muertos” 
Ya la madre no es la madre y el sol no es el padre, freudianamente hablando mi recuerdo latente de este sueño es totalmente homicida. Anofelorastia. La nave que visita mi consciente se lleva como una fuga la barca que pertenece a mi alma; pequeña, derruida y dormita en los terrenos intelectuales vacíos (es un fuego helado, es un infierno de barrotes que mienten) ¿Cómo hemos de comprender si todo lo que poseemos es una fina y lujosa joya de estiércol?
En las mañanas se toma el desayuno y no lo alcanzo, el sueño es una gota que me atrapa en su caudal inmenso, a las doce se debe almorzar y ya no estoy en el mundo, he viajado; como escribí en el “Viajero interno”: “(…) Pero este hueso permanece glorioso formando sus tenebrosos relojes /juntando sus piernas oscurecidas al mediodía (…)”   y en la tarde vienen las clases, total y sin remedio aburridas, con grandes sacerdotes, impecables pecadores utópicos que me pretenden convencer: “A es B, B es C, ¡C es A!”  Me persuado sólo de aquello que no me dicen con su acento afrancesado imponente. ¿Qué quieren que haga si veo las intenciones de poder detrás de cada comentario? las sonrisas angelicalmente demoníaca de los universitarios al comprender lo incomprensible, buscan la caverna donde colocar el miembro para esfumarse como el humo pretérito de una pipa. Se ven, jóvenes y cínicos pululando en lo profundo de lo superficial tratando de poder hacer “Amigos” con sus malditos ojos riendo, con sus malditas bocas de minimalismo artístico ¿Y la experiencia? Allí la condenan a encerrarse en una inexperiencia en el calabozo llamado por aula por el profesor, maestro, miedoso de la castración de los otros a través de sus ojos ¡¿No se dan cuenta o son cobardes?! ¿El cambio? El fin se acerca.
Qué asco es ver todos los días un intento de coito. Soy un observador como Scheleimayer, cada hora es otra hora en el tiempo ¿Quién se ha ido?: “Mirar el río hecho de tiempo y agua/y recordar que el tiempo es otro río”  todos nos hemos ido, bien lo sabia Borges y bien lo sabía Bataille, que esta represión es idéntico al acto sexual: “el coito es la parodia del crimen”  la animalidad criminal mira con ojos homicidas (...)




Comentarios

Entradas populares