INCÓGNITAS I

La literatura nunca ha sido interesante, prefería en mis días observar el crecimiento de las plantas en el jardín de la casa. Este lugar desde un principio no era más que un descampado, mi bisabuelo trabajó haciendo agujeros, extrayendo los muros, podría decirse que la casa de mi familia nació desde el esfínter de un desierto, y aquí estoy pero eso es otra cosa para mas adelante, empecemos con esto: Una casa, un jardín, yo. Mi bisabuelo murió unos meses ante de mi nacimiento, él tenía dos bisnietos favoritos, mi "primo" y mi hermana mayor, digo "primo" para acortar las palabras pues su parentesco es una falacia. Mira: Es hijo de la hermana de mi abuela. La sangre se mezcló con las indecencias de mi "tío" político, un perro enfermo con una hernia en los pelos de su vientre, asqueroso, asqueroso...ya hablaré más de él
Al nacer uno de estos llamado Andrés sintió una predilección por un "yo" maltrecho en un cuerpo de rata, eso que llaman "bebé", era un constructor nato. Las tradiciones familiares tomaron aspecto en mi como el último de una casta. Hizo para mi un corral del cual me sacaban a ciertas horas del día para limpiarme la mierda del culo, en esto agradezco a mi madre. también construyó una cama. Un corral y una cama, quizás esto presagiaba mi futuro. De esos tiempos tengo sólo una noticia: Una vez, en la cocina, estando todos los de la casa reunidos allí, mi madre de casualidad perdió la noción de mi y caí en el brasero encendido. Fue mi tío Andrés quién corrió hasta las llamas me sacó, y curó mis quemaduras con simple cáscara de tomate, trascurridos unos días, nadie supo como, volví a caer en lo mismo, en este caso tengo tres posibilidades: o intenté un suicidio precoz, alguien intentó deshacerse de mi, o tropecé en busca de más atención. Esta vez nadie me curó, el hecho oculto de mi "protector" pasó desapercibido pues se temía su ira. Un año más tarde se encontró su cuerpo colgando del cinturón en un cementerio. Con respecto a esto crecí con las dos teorías: Su esposa, con la cual tenía varios hijos en conjunto con su cuñado lo asesinaron pues había descubierto la relación oculta entre los dos, o simplemente se había suicidado por el alcohol y un rompimiento. Esta historia vuelve a mi como una maldición que aún no hemos pagado en vida, y todos, todos los que en esa casa vivían tendrán que sufrir.
Y crecí, comía tierra, plantas, piedras pequeñas. Mi madre aborrecía mis actos infantiles. Mi bisabuela siempre, en cualquier discusión, se remitía a un día en que me encontró llorando, desnudo, en medio del patio de tierra con un lavatorio de porcelana. Este mismo lo había utilizado mi madre para golpearme en el culo, eran las 4 de la madrugada. Mi bisabuela recordaba esto a mi madre con la intención de provocar en ella el florecimiento de su lado "maternal" cosa que nunca surgió, ella por las noches me dejaba durmiendo y salía con sus primas (Su parentesco era directo) a emborracharse o qué se yo, en una de esas salidas desperté llamándola a gritos, volvió a la pieza ignorándome por completo. Una congoja se apoderó de mi esa noche, tenía sólo cuatro años, pasé observando el lugar donde me encontraba, por primera vez, después de tanto lloriqueo me di cuenta de que estaba solo, comprendí a esa edad que ella no sería nunca lo que yo esperaba, encerrado en esa pieza, superé el abandono con el desprecio hacia la personas que intentaran abandonarme, al menos así tenía el control pleno sobre todos ellos, trataba de encontrar la unión entre los seres y no era nada más que ficción. Aún era inocente y nada podría interesarme más que el extraño hecho, tan "triste" que el supuesto suicidio de lo que en su inició fue mi figura paterna.
Ingresé en un jardín infantil llamado "Villa Alegría" que aún funciona, tenía árboles datados en unos 20 años (mis parientes, todos los nacidos después de 1980, cayeron en la misma institución) juegos, uno en especial formaba parte de mi reino, golpeaba a los otros niños, a uno lo golpeé tanto en la espalda riéndome que sangró por la nariz, mi técnica era el codo en las vértebras y la nuca, otras jugarretas hacía y ahora las miro con curiosidad tratando de averigüar en eso mis actitudes presentes como observar el jardín sin pensar siquiera en apreciar las flores o las hojas o el caminito de piedras y arcilla.
{Continúa...}


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